La Casa Rural La Fraternita, en la cima de una collina con una apertura de 360°, en medio del encantador paisaje de Val di Chiana y Val d'Orcia está situada a 3 km de Montepulciano, preciosa joya del Renacimiento italiano que encierra particulares bellezas que la hacen una ciudad conocida en todo el mundo: cultura, arte, naturaleza, gastronomía, sin olvidar el Vino Nobile, uno de los vinos más preciados de la Toscana.
La Fraternita, gracias a su posición privilegiada y solitaria, goza de un paisaje único que es como un escenario: por un lado Montepulciano, por el otro Montefollonico y detrás, la sugestiva e impresionante Val di Chiana con vista a Cortona y los Apeninos en el horizonte.
Nacida a fines del '700 como un monasterio, a principios del '900 ha sido transformada y utilizada como casa de campo. Posteriormente se sumó a la Hacienda de la familia Cugusi, dedicada desde hace más de 50 años al cultivo de cereales, olivos, fieno, la cría de ovejas y la producción del queso "pecorino".
La remodelación realizada a fines de los años 70 es el resultado de una minuciosa y delicada restauración que ha permitido mantener intactos sus encantos y peculiaridades, respetando plenamente la tradición local. Desde los techos de madera, los pisos de cerámica toscana y hasta la elección de los muebles, todo contribuye a crear un ambiente agradable y familiar.
La casa está compuesta por 3 apartamentos independientes, con amplios espacios tanto por dentro como por fuera, que permiten disfrutar de una estadía con total autonomía e intimidad.
Además, en el jardín que se encuentra delante de la casa están a disposición de los huéspedes: piscina con reposeras y sombrillas, estacionamiento cubierto, gazebo y barbacoa. Gracias a la disposición de los apartamentos, ubicados cada uno en un lugar diferente de la casa (equipados con sus espacios y terrazas propios), la independencia y la privacidad de los clientes está garantizada.
La remodelación realizada a fines de los años 70 es el resultado de una minuciosa y delicada restauración que ha permitido mantener intactos sus encantos y peculiaridades, respetando plenamente la tradición local. Desde los techos de madera, los pisos de cerámica toscana y hasta la elección de los muebles, todo contribuye a crear un ambiente agradable y familiar.
La casa está compuesta por 3 apartamentos independientes, con amplios espacios tanto por dentro como por fuera, que permiten disfrutar de una estadía con total autonomía e intimidad.
Además, en el jardín que se encuentra delante de la casa están a disposición de los huéspedes: piscina con reposeras y sombrillas, estacionamiento cubierto, gazebo y barbacoa. Gracias a la disposición de los apartamentos, ubicados cada uno en un lugar diferente de la casa (equipados con sus espacios y terrazas propios), la independencia y la privacidad de los clientes está garantizada.
